CASA EM8

An unusually wide terraced house, “EM8” was initially renovated by Correa and Milá in 1959 as an annex to Casa Villavecchia just across the street. In the 1970’s woodworm decay discovered in the roof beams acted as catalyst for the addition of a new floor.

The independent attic apartment does not hide its newer origins. A central clerestoried box containing a kitchen and bathroom is placed within a loft with a double-pitched ceiling, the remaining floor plan free for sleeping areas behind curtains or screens. Two “filter” spaces, an outdoor garden-facing loggia and a covered balcony to the sea, complete the plan. A front room at ground floor is stripped of its brick partition walls revealing raw stone, which became a whitewashed stone backdrop.

Twenty years later, attic and lower floors are reunited. The middle floor becomes the new ‘heart’ of the house: a kitchen-dining-sitting room presided over by an oversized table, a gathering space with an adjoining patio, an open-air room defined by the green tones of plants and trees against massive grey pedra seca walls, raw rock and paving slabs of local stone.

La casa adosada «EM8», inusualmente amplia, fue reformada inicialmente por Correa y Milá en 1959 como anexo a la Casa Villavecchia. En la década de 1970, la carcoma descubierta en las vigas del tejado sirvió de catalizador para añadir una nueva planta.

El ático independiente no oculta sus orígenes más recientes. Una caja central hecha de tabiquería y grandes superficies de cristal, que contiene una cocina y un cuarto de baño, se coloca dentro de un desván (o loft) con un techo a dos aguas, el espacio restante libre para dormitorios detrás de cortinas o biombos móviles. Dos espacios «filtro», una loggia exterior orientada al jardín y un balcón cubierto en la fachada que da al mar, completan la planta. Una sala grande en la planta baja se despoja de sus tabiques de ladrillo dejando al descubierto la piedra en bruto — es decir, roca viva — que se convierte en un fondo de piedra encalada.

Veinte años más tarde, el ático y la planta baja se vuelven a unir. La planta intermedia se convierte en el nuevo «corazón» de la casa: una cocina-comedor-sala de estar presidida por una mesa de grandes dimensiones, un espacio de reunión con un patio contiguo, una estancia al aire libre definida por los tonos verdes de las plantas y los árboles frente a los muros macizos de pedra seca gris, la roca viva y las losas de pavimento de piedra local, la característica llicorella.

 

Cadaqués, 2004

Photographer, Michael Moran